En 1979 un grupo de maestras exiliadas en Suecia organizaron la Escuela Sabatina José Pedro Varela. Según nos cuentan, su objetivo fue que niñas y niños del exilio uruguayo “[…] tuvieran oportunidades de contacto con otros niños hispano hablantes y la transmisión de los valores culturales esenciales, afirmando la identidad cultural nacional”, además de fortalecer el estudio de Gramática española, Literatura, Historia y Geografía del Uruguay.
La Escuela comenzó funcionando los sábados de 10 a 15 horas en salones de la Sala Trossen, cedidos por la Comuna de Estocolmo.
El equipo docente se conformó con Lydia Cabrera, Graciela Puntigliano, Eugenia Zavala, Magela, Silvia Regueiro, Carmen Galuso, Yolanda Bentancourt, Felix Azar, Elsa Betancur, Shirley Alvez, Vicente Foch, entre otros.
Las actividades incluían además un grupo de baile (Expresión por el ritmo), que actuó en varios actos extraescolares y en actividades solidarias desarrolladas por la colectividad Latinoamérica, así como visitas a museos y campamentos.
Texto de alumna de la Escuela Sabatina José Pedro Varela. 1984, Estocolmo, Suecia
Papel manuscrito
Transcripción: “Sábado, 8 de setiembre.
Qué espero de la escuela de los sábados. Yo espero que la escuela sea como otras escuelas, claro que en las otras escuelas no se trabaja en [sic] los sábados.
También espero que será [sic] tranquila.
Espero que será [sic] buena y que me sirva para mucho. Porque, si me voy para Uruguay o [sic] otro país, como por ejemplo Argentina o España me vá [a] servir por que [sic] aprendo más castellano, claro que yo ya he hido [sic] en una clase ispano [sic] hablante, pero como haora [sic] voy en una escuela sueca me va servir más. Camilia A.S.”