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Artesanías primera parte

Juego de naipes. Jorge Ramada. 1972, FUSNA

Cartulina dibujada a mano con lápiz y marcadores de colores. 10X6,7x1cm

El juego, compuesto por 49 naipes, fue realizado en los calabozos de Fusileros Navales entre setiembre y diciembre del 72. En el sobre se lee la leyenda Naipes La Gayola. Otra leyenda, Naipes adivinatorios. El tarot criollo, fue agregado luego por su hermano.

Padre aparta de mí ese cáliz Elbio Ferrario. 1976/85, Penal de Libertad

Grabado 89/100. 39×20 cm.

Cuenta el autor: “Este grabado fue realizado en el Penal de Libertad entre 1976 y 1985 (no recuerdo exactamente la fecha, pero en ese período realicé mi producción de grabados en la cárcel, en la soledad de las celdas del segundo piso, sector B, del penal). Yo fui detenido el 24 de junio de 1972, y había estudiado las técnicas de grabado como estudiante de la escuela Nacional de Bellas Artes.
Para realizar estos grabados utilicé baldosas vinílicas de 33 x 33 cm, que me enviaba mi padre como material para la realización de manualidades. Las herramientas de grabado eran caseras, realizadas con plumas de escribir de acero, fresas odontológicas que nos pasaban los presos dentistas del penal, y flejes de acero. Con dichas piezas realicé herramientas afiladas con piedra.
Los diseños los estudiaba con bocetos con tinta de drypen sobre papel, mediante los cuales estudiaba las formas resultantes de la superposición de colores. No tenía modo de imprimir los grabados en la cárcel, por lo que le indicaba a mi padre los colores y forma de impresión. Las planchas tienen registro de ángulos, de modo de ajustar los diversos colores. La impresión era realizada por los impresores de la Comunidad del Sur, que aún permanecían en Montevideo durante la dictadura.
Las planchas grabadas eran enviadas a mi familia como manualidades (posa mates, floreros, etc., grabados, que una vez desarmados y aplanados, daban lugar a matrices grabadas).
El contenido de este grabado (un Cristo crucificado) me fue inspirado por la canción cantada por Chico Buarque “Cálice”, que en algún momento escuchamos por los parlantes de la cárcel. La forma está influida por las esculturas africanas tradicionales, sobre las que tuve un libro en prisión”.

Padre aparta de mí ese cáliz. Elbio Ferrario. 1976/85, Penal de Libertad

Grabado 90/100. 39×20 cm.

Cuenta el autor: “Este grabado fue realizado en el Penal de Libertad entre 1976 y 1985 (no recuerdo exactamente la fecha, pero en ese período realicé mi producción de grabados en la cárcel, en la soledad de las celdas del segundo piso, sector B, del penal). Yo fui detenido el 24 de junio de 1972, y había estudiado las técnicas de grabado como estudiante de la escuela Nacional de Bellas Artes.
Para realizar estos grabados utilicé baldosas vinílicas de 33 x 33 cm, que me enviaba mi padre como material para la realización de manualidades. Las herramientas de grabado eran caseras, realizadas con plumas de escribir de acero, fresas odontológicas que nos pasaban los presos dentistas del penal, y flejes de acero. Con dichas piezas realicé herramientas afiladas con piedra.
Los diseños los estudiaba con bocetos con tinta de drypen sobre papel, mediante los cuales estudiaba las formas resultantes de la superposición de colores. No tenía modo de imprimir los grabados en la cárcel, por lo que le indicaba a mi padre los colores y forma de impresión. Las planchas tienen registro de ángulos, de modo de ajustar los diversos colores. La impresión era realizada por los impresores de la Comunidad del Sur, que aún permanecían en Montevideo durante la dictadura.
Las planchas grabadas eran enviadas a mi familia como manualidades (posa mates, floreros, etc., grabados, que una vez desarmados y aplanados, daban lugar a matrices grabadas).
El contenido de este grabado (un Cristo crucificado) me fue inspirado por la canción cantada por Chico Buarque “Cálice”, que en algún momento escuchamos por los parlantes de la cárcel. La forma está influida por las esculturas africanas tradicionales, sobre las que tuve un libro en prisión”.

Caja con herramientas para cortar tiento. Ismael Sena. 1976/84, Penal de Libertad.

Madera tallada, metal. 19,7×5,5×4

Elbio Ferrario, preso político en el penal, cuenta que: “El tiento se corta de la lonja generalmente con un cuchillo o una navaja. Los paisanos lo cortan con un cuchillo muy afilado, de una pieza de cuero que se corta en círculo o en óvalo, y el tiento se va cortado desde el borde y se va dando la vuelta. Para eso se ata la punta del tiento y se va tensando y cortando el cuero, haciendo girar ese círculo; el tema es mantener siempre el mismo grosor del corte. En la cárcel los presos sofisticaron este procedimiento porque cortarlo a mano es muy difícil, aunque algunos lo hacían. Se creó esta maquinita de cortar tientos que tiene guías, para que el grosor del tiento sea el mismo; se le pone una Gillette (hoja de afeitar) que lo va cortando, y la hoja de afeitar se va cambiando cada tanto, cuando se desafila. Después de cortado, la lonja se moja para poder trenzarlo.”

Colgante con trenza. Arturo Dubra. Entre 1975 y 1985, Penal de Libertad

Guampa grabada con incrustaciones en “poxipol”. 5,5x4x0,4cm. Trenza en cuero de 86cm

El colgante fue realizado por Arturo para su compañera Rosario Moyano. El diseño del dibujo, de Elbio Ferrario, representa una cabeza de mujer africana de perfil. La técnica es grabar el dibujo en la guampa y luego rellenar el grabado con poxipol con colorante, una vez endurecido se lija al agua, pulidor abrasivo fino como terminación. El colorante se lograba con pigmentos o mezclado con limadura de metal.
Completa el colgante una trenza de cuatro hilos de cuero para usar como colgante, color marrón oscuro. La guampa es de color amarillenta.

Colgante con trenza. Jorge Dabo Revello. 1980 Penal de Libertad

Guampa con cruz de hueso, eslabón en metal y tiento de cuero trenzado. 4,5×2,5×0,3 cm

Jorge Dabo muere en prisión en diciembre de 1980. Poco antes de su muerte, le regala el colgante a Miriam Álvarez, su compañera de natación, que luego lo donaría al museo. En aquella ocasión, ella le preguntó cómo retribuir su regalo y él le contestó que con dulce de leche, pero a raíz de su muerte, ella ya no lo envió.

Medallón. Juan Carlos Romans. Entre 1974 y 1975, Penal de Libertad

Cobre martillado con dibujo repujado y martelado. 4X3,9cm

Representa un sol con cara humana y una inscripción que dice “te quiero”. Lo recibió María Esther Francia en un paquete de visita, enviado por Juan Carlos, padre de sus hijos.

Colgante. Raúl Ayala. 1975, Penal de Libertad

Madera tallada, eslabón de cobre, cuero. 6×3,8×1 cm. (colgante) 66 cm. (cadena)

Tiene como figura central un puño cerrado y dos manos más pequeñas que hacen la V de la victoria. En el centro de las tres manos hay una estrella. Tiene un eslabón de cobre trapezoidal y un cordón trenzado. Fue obsequiado a Gustavo Volpe en el Penal de Libertad en 1975.

Aguja. Leonor Albagli. Entre 1977 y 1983. Penal de Punta de Rieles

Hueso tallado. 4,4 cm

Fue realizada por Leonor como obsequio para la madre de su compañera Beatriz Martínez, quien la conservó y  donó al museo en 2007.

Colgante. Beatriz Martínez, entre 1974 y 1985, Penal de Punta de Rieles

Hueso tallado. 0,8 x 1cm.

El colgante tiene forma de corazón.

Colgante con cadena. Roberto “Bocina” Brum. Entre 1974 y 1975. Penal de Libertad
Hueso tallado y acera inoxidable. 6×4 cm.  (colgante), 31 cm. (cadena)

El colgante se lo regaló María Amalia Brum -hermana de Roberto y presa en la cárcel de Cabildo-, a su compañera de celda Mary Simones cuando ésta última fue liberada.

Anillo. Arturo Dubra. Entre 1975 y 1985, Penal de Libertad

Guampa con incrustaciones en hueso. 3 cm. (diámetro)

El diseño es de Elbio Ferrario. Fue realizado para Rosario Moyano, compañera de Arturo, quien lo usó de forma permanente desde que lo recibió. El anillo hoy sólo tiene dos incrustaciones en hueso y el espacio de otras cinco, que faltan.

Colgante. Daniel Iribarne. Entre 1977 y 1979, Penal de Libertad

Acrílico con dibujos en hojillas superpuestas. 4,7×3,2×1,2 cm.

Fue entregado a Mirtha, hermana de Daniel, por los guardias del Penal, entre los años 1977 y 1979. El colgante describe relojes deformándose, en colores ocre, marrón, amarillo, gris, negro, blanco y rojo. Tiene incrustado un ganchito abierto de hilo de ortodoncia. Presenta una esquina rota.

Colgante. Daniel Iribarne. 1977/79, Penal de Libertad

Acrílico con dibujos en hojillas superpuestas. 4,5×2,7×1 cm.

Fue entregado a Mirtha, hermana de Daniel, por los guardias del Penal, entre los años 1977 y 1979. El colgante describe un bodegón (botellas, copa, vaso, reloj), en colores amarillos, marrones, rojos, blanco y negro. Tiene incrustado un ganchito en triángulo cerrado en hilo para ortodoncia.

Colgante. Eduardo Filippini. Entre 1975 y 1983, Penal de Libertad

Hueso tallado y acero inoxidable. 5,5x3x0,3 cm. (medallón), 60 cm. (cadena)

Eduardo realizó tres colgantes para regalar a su esposa, su hija y su suegra. También hizo un juguete para cada uno de sus dos hijos, todos los meses durante siete años.  Este colgante lo donó su esposa Ana Calviño.

Estuche con 2 pipas. Autor anónimo. Penal de Libertad.

Cuero repujado con cierre. Pipas en madera y guampa. 15x6x2 cm.

Fue donado al museo por la Asociación de Amigas y Amigos del MuMe